.Cuando no quedan palabras..


Son las siete y cuarto, y la fiebre ha remitido ligeramente, dándome una pequeña tregua para escribir. La habitación está ligeramente iluminada por la luz artificial de una pequeña lámpara
y a los sonidos de mi respiración desacompasada acompañan la estridente melodia del televisor que suena en la habitación contigua, con un tono mareantemente alegre. Tengo la cabeza embotada, y no solo por el efecto de la fiebre si no por el influjo que ejercen en mi mente miles de pensamientos incoherentes que hoy han decidido campar a sus anchas sobre los restos de mi estabilidad emocional, como siempre en el mejor de los momentos posibles.

Ayer fui cobarde, mucho, y aunque me mareo solo de pensarlo, se que a estas alturas hay escasas probabilidades de que pueda cambiarlo, mi cobardía se ha convertido en una constante vital. No es egoismo, sino una cuestión de mera supervivencia natural, innecesaria si, pero imposible de evitar, inherente a mi neurótica personalidad.

Tengo la mente plagada de febriles despropósitos y de imágenes borrosas que quiero olvidar, desvaríos varios procedentes de la alta temperatura, que sin embargo no me hacen olvidar el miedo, que agarrota mi cuerpo, mi mente y si, mi evolución personal.

Necesito un cambio, y lo necesito ya, si no quién sabe que podría pasar...

Comentarios

  1. Necesitas unas vacaciones mentales...como Jamie Foxx en Colateral, él tenías las suyas muchas veces al día, ya sabes, con su postal de la playa...busca tu recurso particular.
    P.D.= mucho mejor con fotos.

    Claire.

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  2. siempre banalizando mis reflexiones...hay que ver
    la sombra de Hades es alargada..

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