Mosqueo de un día de aburrimiento





La verdad es que hoy no he hecho nada en absoluto, por lo que me resulta curioso tener ganas de escribir algo; si normalmente desperdiciamos cantidades ingentes de tiempo de nuestra vida innecesariamente, supongo que podría decir que el día de hoy ha sido una gran pérdida en sí mismo, el desperdicio, en letras mayúsculas, y os lo voy a contar.

Todo comenzó a eso de las ocho de la mañana.Seguramente, si hemos de buscar culpables, todo se deba a eso, al hecho de madrugar que me altera, pues como todos sabeís si hay algo que detesto sobre todas las cosas, más aún que hablar en público o en grupos grandes, es levantarme pronto. Me encanta trasnochar, irme a las mil y recrearme en la pantalla de mi ordenador hasta altas horas, entonces me encuentro mucho más inspirada e ingeniosa y me gusto mucho más aunque pueda parecer imposible, por eso suelo acostarme tardísimo y aprovechar. Por todo ésto, me he levantado a duras penas, rezagada, legañosa, con la melodía alegre de mi despertador, poco a tono con mi estado anímico,por lo que he maldecido a la humanidad, después de pasar una noche pésima con pinchazos en el costado y toses, y paranoias relativas a posibles ataques de apendicitis, y los consabidos cinco minutos de rigor que necesita toda persona normal para desperezarse, hasta que por fín, he pasado de ser uno más de los zombies del "amanecer de los muertos" a ser una persona normal, o todo lo normal que una persona como yo puede llegar a ser.


Lo peor de todo, es que despertarse antes tiene cosas buenas, como poder aprovechar más el día y que no se te junte el desayuno con el almuerzo, pero también malas, muy malas, como tener mucho más tiempo para pensar, algo que no sabeís hasta que punto puede resultar peligroso cuando eres una psicópata peligrosa, con ciertos toques de esquizofrenia y paranoia. Así que había que tomar medidas, y evitar males mayores, para no permitirme malmeter o fastidiar todas las cosas o incluso organizar un conflicto bélico antes de las diez de la mañana, me he puesto a ver una serie, "Mad men", sobre unos publicistas norteamericanos, machistas pero elegantes, que digamos me entretienen como mi último capricho visual. No me disgusta, de hecho la estética es buena y los personajes son complejos, pero desde que comencé mi visionado de "true blood" digamos que nada me llena más que vampiros malignos fornicadores de buen tipo y escultural torso atlético, así que así anda la cosa, bastante floja, pero a falta de pan buenas son galletas, y para no pensar nos vale igual, aunque ya puestos, mejor evadirse con unos buenos chicos en pantalla, aunque todo no pueda ser. (Soy consciente de la imagen de depravada que proyecto, no me molestaré en desmentirla o negarla)


A la hora de comer he recibido visita, y no hay nada que odie más (bueno sí madrugar) que recibir gente cuando tengo una cara horrorosa, pelos de loca y el chandal que probablemente usara para hacer pilates alguien en el tercer mundo y menos a la hora de comer, cuando mis tripas rugen como locas. Pero aún así, he puesto mi mejor sonrisa y con mis achaques he aguantado estoicamente una hora y media, mientras un mono con platillos recorría por momentos mi cabeza, no he estado nada centrada. ¿Sabes lo que pasa? Que cuando una tiene accesos de tos cada cuatro minutos y dolores de cabeza fugaces, no está para aguantar las anécdotas de la novia de Pepito, o de Menganito y sus peripecias en el Teide, porque para viajes bastantes con los que a todas horas te toca hacer al cuarto de baño a por toneladas de papel higiénico para sonarte los mocos que no te dan tregua, no seaís mal pensados, pero bueno, que encima que me vienen a ver en mi combalecencia prolongada, no voy a quejarme.

Y por la tarde he dormido, como un lirón, porque previsiblemente mañana me tocará madrugar de nuevo y será otro gran desperdicio en mayúsculas, hasta he soñado felizmente hasta que la tos me ha despertado de nuevo. Y he subido fotos, muchas, a tuenti, mi red social de cabecera. Por si no lo sabías soy la reina de internet, qué valiosa hazaña la mía que me desenvuelvo como pez en el agua por ese mundo de cotillas y cotilleos, con mi enorme ego en un pedestal, la verdad es que es divertido comprobar lo falto de autoestima que está el mundo y los petardos que hay sueltos, pero así es la vida y aquí somos todos (Casi todos) un poco falsos y vamos de guays, y subimos nuestras mejores fotos, para que el vecino vea la cantidad de amigos que tenemos y los pedos que nos agarramos, aunque después estemos depresivos en casa recurriendo a internet para ligar con el vodka en la mesilla de noche.



Y por la noche, aparte de ironizar y ridiculizar al mundo, sobra decir lo que estoy haciendo. Me he agarrado un par de mantas y mi complejo de escritora frustrada y yo nos hemos sentado después de tomar una aspirina ante el ordenador para comprobar nuestra mediocridad. Me he puesto a escribir y me he dado cuenta de que todo esto no es más que basura, pero por algo hay que empezar. Todo es basura porque siempre hay gente mejor, también hay gente peor, pero sentarse a lamentarse no sirve de nada, tampoco criticar a mis amigos de tuenti, a fín de cuentas solo rinden culto a su propio ego, como hago yo. Poco a poco tengo que mejorar de alguna manera, no estaría de más sentirse realizada por un día. Además no me molesta ser mediocre, como decían en aquella película, duermo más tranquila. A fín de cuentas no tengo competencia, nadie se pelea por llegar a ser así, y yo de entre todos los mediocres, soy la mejor.

Comentarios

  1. Me he reído mucho con esto que has escrito. Y Mad Men es mucho más que eso...anda que compararlo con True Blood...lo mejor de esa serie es el nombre de Alan Ball.

    Claire.

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