I want to hold your hand

He aprendido a olvidar los recuerdos persistentes, a no recordarte a cada paso, porque duele. A saber que detrás de cada portazo, no serás tú quién abra la puerta, detrás de cada pisada no serás tú quién lleves esos tacones tan altos que tanto te gustaban, a saber que ya no volverás por mucho que en mi interior lo desee con toda mi alma, porque a pesar de todo, no hay ninguna especie de justicia divina.

Pero hay algo que no puedo evitar echar de menos más que nada, que aún no he olvidado, agarrar tu brazo con fuerza,como antaño. Lo recuerdo cada vez que paso por esa calle, que siempre será tuya y que siempre me da ganas de llorar -la mitad del tiempo no puedo contenerlas- ahí dónde pasábamos la mayor parte del tiempo los últimos años. -"Agárrala mejor a ella, no se sienta mal"-decías- ni un solo segundo sin pensar en los demás. No he vuelto a ver ese altruismo en nadie.

Cada vez que te imagino ahí un escalofrío recorre mi cuerpo y pienso que voy a partirme por la mitad, o no se, que tantas lágrimas van a hacer que me ahogue un día y será mejor, pero esas cosas nunca suceden, y todavía sigo ahí, con ganas de agarrarte con fuerza y recorrer las calles con la misma seguridad con la que lo hice hace años, cuando no estaba sola, sin un tema de conversación concreto, sin ese enorme vacío en el corazón.

Supongo que nunca he terminado de asumir que no volverás a bajar por esa escalera, tiesa, pizpireta, siempre con una sonrisa puesta. Porque precisamente eso era lo mejor de tí, no importaba lo que estuviera pasando o si el mundo se estaba acabando y estaban los días contados, siempre sonreías, y todo, nuestro alrededor parecía un lugar mucho más seguro e irreductible. Por muchas veces que por allí desde entonces allá pasado, por mucho que lo haya intentado, no he vuelto a verla.

Porque no estás y la seguridad se ha ido, tantos y tantos consejos que debiste haberme dado y nunca vendrán. Y lo único que me hubiera gustado, lo que habría hecho de haber podido antes de que te fueras, es agarrar tu brazo por última vez y volver a caminar por todas esas calles, allí en ese último momento, al final de todas las cosas, sin rumbo fijo.

Nunca podré olvidarte.

Comentarios

  1. nadie se acostumbra jamas a vivir sin tener al lado a una persona a la que se ha amado por sobre todas las cosas y que a sido un pilar fundamental de nuestra vida

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares