En el fondo.




Te voy a querer siempre, pero ya no lo voy a decir nunca. Te voy a querer siempre pero nunca más voy a pensar en tí. Te voy a querer desde dónde empiezan los dedos de las manos, hasta dónde acaban los de los pies, desde el corazón hasta mi cabeza, que ya no parece la misma, desde dónde acaba el alma, hasta dónde empiezan los verdaderos pensamientos.

Lo has sido todo pero ya no vas a estar, eres nada. Y la palabra que puedo utilizar ni siquiera se parece a dolor porque es mucho más profunda. No es palabra, porque pica, es algo más. Así que te voy a recordar, y a guardar en silencio, en una caja pequeña, dónde te miraré siempre, pero siempre. Se que no me dejarás estar a tu lado, pero ahí estaré, lejana y muda, tuya. Porque ahora yo soy tú, y tú eres yo, tus palabras las mías, mis frases las tuyas. Allí, velaré cada movimiento, y me odiaré a mí misma, durante décadas y quizá años luz, y te echaré de menos.

Las personas son insustituibles, los sentimientos, aunque nos quieran engañar, también.


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