Como si nunca hubiera existido

Da igual, ya pasó, da igual. En mi cabeza es como si nada hubiera existido, aunque tengo la misma sensación que cuando despiertas temblando de un mal sueño. Como cuando has tenido un ataque de ansiedad.

Hoy cada segundo es reparador y la distancia fisico-temporal me alivia. Los sentimientos se fueron cayendo como piel muerta, aunque soy incapaz de dejar de lado el rencor. El rencor y una sensación desagradable de no poder recuperar el tiempo perdido. Los berrinches tontos, incluso el miedo, todos esos minutos que no dedique a personas que realmente ocupan un espacio importante en mi vida.

Lo peor es la sensación de impotencia.

Anímicamente me recuperaré, pero ¿Quién me da de nuevo la sensación de libertad y privacidad que tanto ansío?

Hay cosas, sensaciones e incluso personas, que no merecen una micra de espacio en tu cerebro.