25 de Febrero




Hoy ya hace tres años.
Y los días siguen siendo días, y las noches, noches, y la lluvia sigue mojando mi corazón. Nada ha cambiado desde ayer pero todo es diferente. Y de todas las cosas, un recuerdo persiste en mi mente: una sonrisa, la más pura, y un corazón grande, tanto que una sola mirada no podría abarcarlo. En definitiva, tú.

Y nunca podré agradecer lo suficiente haber coincidido contigo en esta vida, jamás. Y desde luego, no te hubiera cambiado por otra. Nuestro tiempo, fue corto pero intenso, muy intenso. No me arrepiento de nada.

A veces, aún hoy, siento la necesidad de descolgar el telefonillo, y despedirme, pasearme hasta la habitación del fondo y disculparme, porque he hecho algo mal y necesito pedir perdón,porque necesito que me cuides, mientras pongo voz de lastimosa porque estoy mala y te necesito o porque simplemente tengo algo que decir y no se como hacerlo, y entonces me acuerdo. Y cierro los ojos. Así reías, así olías, ya no se si me acuerdo bien.

Allí dónde estés, a ese lugar extraño dónde el tiempo y los años te han llevado, no has podido llevarte tus recuerdos, porque los tengo todos conmigo, encerrados, en una caja fuerte. Yo y todos los demás. Jamás te lo dije, fuiste única en tu especie.

Se con certeza, que hoy una estrella brilla con más intensidad en el cielo que las demás y comparte su destello con todos nosotros, que aunque no lo digamos, te echamos de menos. Que dónde estés, nos esperes muchos años, sin olvidarnos, nunca. Nos encontraremos.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares