Somewhere over the rainbow





Cuando era chiquitita, creía en el cielo. Me gustaba imaginarlo -de éstas tendría unos cuatro años- como un lugar en el que cualquier cosa podría pasar, un lugar en el que librarnos de todas las limitaciones propias del ser humano, y en el que por fín yo, aquella pequeña enamorada de todas las películas de dibujos animados, podría convertirme en uno de aquellos seres animados y ser feliz entre fantasías pueriles. Me emociono al recordarlo.La mente infantil es tan inocente que da miedo; si me encontrase de nuevo con aquella niña que todavía sigue viva en mi en parte, estoy segura de que no podría evitar abrazarla; tan convencida con tanta fé, que de verdad en aquellas épocas no tenía miedo de morir, era más fuerte que ninguna.

Pero a aquella pequeña no la sirvió de nada aquello. Porque el tiempo pasó y con el tiempo, murió la fé, así de repente. Dejé de creer, así de golpe, sin mucha explicación ni demasiada pena. O quizá no fue así y dejé de creer hace mucho tiempo sin darme cuenta, quién sabe ya. Y es curioso, porque en aquel momento realmente lo hubiera necesitado, cuánto hubiera dado yo por un consuelo en aquel terrible momento.Pero cuánto más lo necesitaba Dios me abandonó, se fue lejos de mi alcance, de mi entendimiento, y no conforme, se llevó a quién más quería. La verdad que no son pocas razones para odiar a alguien y menos a aquello que no podía, ni podré jamás, comprender.

Pero aquella tarde, en aquella cinta, oí de nuevo tu risa y ya no pude parar de llorar. A pesar de que no la había olvidado -¿Cómo podría hacerlo nadie?- descubrí que emocionarse era imposible al recordar el torrente de vitalidad que desprendías. El torrente de vitalidad de alguien que se iba poco a poco de mi lado y que encontró fuerzas en cualquier lugar para evitar que el resto se hundiera, luchando contra todo, contra todos, mientras con ello se despedía sin darse cuenta.

Y entonces dejé de preocuparme. Ya no temía al cielo, tampoco al infierno, no los necesitaba más. No podrías haber ido a ningún lugar malo, no habría criatura injusta que pudiera castigar a un ser como tú, sería de locos. Y yo sería feliz de acabar mis días allí donde tu estuvieras, en un lugar en el que de verdad pudiera volver a escuchar esa risa otra vez, y otra, sin parar.

Y perdí mi miedo para siempre, y me convertí en aquella niña de nuevo. Y especulé sobre posibles finales, soñé contigo, te recordé de nuevo. Y recé otra vez. Recé para que allá donde estés sigas así, riendo, soñando, siendo mi mamá, la mejor del mundo. Y aquella niña me sorprendió porque ya no quería soñar con cosas estúpidas, había cambiado, había crecido. Y solo soñaba con volverte oir reir otra vez, pero hasta el momento- quién sabe quizá tarde, quizá temprano- se conformaría con rebobinar aquella cinta, una vez y otra vez.

Comentarios

  1. cuando te pones, salen cosas así. sniff.

    Claire.

    ResponderEliminar
  2. joder, me da una punzada en el corazón cuando leo cosas así.

    quiero creer que siempre tenemos a nuestro pequeño yo dentro, y que puede volver a darnos esperanzas en cualquier momento.

    quiero creer en cosas así, para no hundirme. y supongo que está es mi fé, en lo que creo. en las ilusiones chiquititas que nos hagan vivir un poco mejor.

    me alegra que "tu niña" haya vuelto. eres de las mías entonces, nos resistimos a que desaparezca.

    ResponderEliminar
  3. Hola de nuevo, soy la de los otros post, seguro q si me ves te sonaría de algo pero así.. no lo sé.

    Me alegro la niña q nunca debió irse haya vuelto, y espero q no se marche nunca más...

    Yo sigo creyendo en el cielo... y alimentando a una gran niña dentro de mí..

    Nunca dejes de escribir, es una manera de "limpiarte por dentro"

    Nuevas ilusiones... siempre hay sueños por cumplir.

    ResponderEliminar
  4. nunca dejes de soñar, te lo pido por favor. sueña con que en cualquier lugar te encontraras con ella, y eso es lo importante, que volvais a estar juntas
    Y piensa que ella siempre estara cuidando de tí y protegiendote, este donde este, las mamas jamas abandonan a sus hijos por muy lejos que esten.
    Me ha emocionado mucho leer lo que has escrito, es precioso eli.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares