Voldemort






Me dijiste que me inspirara en tí, para convertirte en el villano de mi vida.
 Como hizo J.K Rowling con Lord Voldemort.
Pero nunca pude.
Al menos Voldemort tenía alma.
Siete trozos.
La tuya se desintegró en algún lugar de tu patética historia y no volvió a recomponerse jamás.
Por eso no quiero retratarte. No de esa forma.
Porque fuiste cobarde.
Y los cobardes no protagonizan ninguna historia.
En ese pozo sin fondo de angustia en el que nadas desde hace tiempo, no eres nada, no eres nadie. Sólo una nota a pie de página para esos días en que tengo que explicar a otros tiempos pasados.
A veces por mis recuerdos revolotean los retazos de esa maldad que tuviste a bien compartir conmigo. Pocas cosas más puedo recordar. Pero se esfuman rápido. De un manotazo.
Como ese amor que decías que sentías y que era falso e inventado.
El odio hace daño, pero el mal siempre muere.
Ójala nunca nadie te incluya en sus historias.



Comentarios

Entradas populares