Fundido a negro

 No había escrito jamás tantas cartas de amor sin destinatario. Nunca había formulado tantas despedidas de forma diferente.

Ahora que me enfrento al adiós definitivo no tengo palabras. Pensar en ello no sirvió de nada, no pensarlo mucho menos. Se resquebraja la fachada que habría creado. Me siento sola e incompleta. No debería ser así, no debería necesitar a nadie.


Albergo en vano la esperanza de que todo sea mentira y que yo no sea tan mala. Que si que tengas amor en algún resquicio se tu alma. La indiferencia me mata en la forma más cruel.


Me desvanezco y aparece un fundido a negro.

Comentarios

Entradas populares