La puta casualidad

 



Gustar es un artificio, gustar es superficial, es desagradable pero implica poder a veces. Es poder porque hay cierta dominación de por medio, cierta posición de superioridad en la que no te has encontrado nunca antes.  Es una situación nueva que llega muy tarde, cuando es muy complejo saber dominarlo.

Y me lo cuento para leerlo en unos años, cuando ni yo misma me explique que pasó aquel 2023 en el que, de repente, parecía que me había convertido en alguien interesante. Gracias a los dioses que jamás creeré que sea algo real.

Y...

No sé ni cuántas veces en una semana habré recibido atención.¿ Y todo por qué? ¿Por haber perdido cada vez más consistencia? ¿Dónde queda toda esa vida interior que siempre gustaba antes? ¿Todo ese juego previo en el que no había nada físico?

No me gusta de verdad.

Recuerdo esa película de Zach Braff en la que alguien decía, "Me gusta dormir mediocre, duermo más tranquilo" y lo comprendo a la perfección. Sigo rozando la mediocridad pero de alguna manera he superado algún punto que socialmente está más aceptado que antes. O no, la gente simplemente esperaba que me desnudara de complejos y miedos y pasó muy tarde. O yo que sé, ni siquiera era tan difícil atraer a los demás, solo había que mirar en la dirección adecuada. Solo había que actuar con naturalidad.

Pero no, no me gusta el poder, no me gustan las atenciones. No me gusta tener a alguien detrás por algún motivo que no alcanzo a entender. Ni sentirme patética si alguien se sonroja cuando bromeo. Esas cosas le pasan a personas normales, esas cosas no me pasan a mí.

Como no me pasará nada de lo que tanto quería. Casa. Niños. Jardín. Mirar al futuro y ver estabilidad y sosiego. Gustar, gustar de verdad. Amar con los pulmones llenos y calma en un corazón firme y estable, en lugar de este órgano muerto que se resquebraja. Había tantas cosas en la lista....tantas cosas que no le conté a nadie nunca hasta hoy...una boda secreta, con un vestido muy sencillo y el pelo largo con trenzas, escribir (Te) cartas cuando no coincidiéramos en casa, cuidar plantas en un balcón bonito, en el que de la suficiente luz y tenga la sombra necesaria. Disfrutar nueve meses de un vientre hinchado con los tobillos más grandes. Vivir en el campo.

Me olvido de eso y  en su lugar vuelvo a esa adolescencia ficticia que alguien inconsciente ha querido re-escribir en mi vida. Te daré quizá un par de besos bajo la lluvia después de una cocacola y me iré cuando quieras subir a mi casa. Me pondré un vaquero apretado,de esos que ahora me caben y fingiré que adoro tu sensibilidad. Me pintaré los ojos de un negro muy intenso y los labios de color rojo. Me los morderé cuando me mires y me daré cuenta de que sí, en algún momento vendrás y me borrarás el pintalabios. Me sumergeré en toda esa superficialidad de cuando tenía quince años y lloraré cuando me mire al espejo al volver a casa porque no estás.

Desearía volver a donde estaba hace unos años, olvidar lo que se siente y recuperar ese estado de paz mental.

Comentarios

Entradas populares