When in Rome

No estoy allí, pero recuerdo sus pasos adoquinados y las callejuelas adornadas con luces brillantes y plantas colgantes. Su olor especial a café y a humedad. Su historia escrita en cada esquina y los coches pequeñitos y compactos. Esa librería al lado del castillo de San Ángel donde ponían cafés de todo tipo y bollería artificial y sobre todo los andamios que trataban de embellecer todo lo que no estaba roto, solo oxidado.

No estoy allí, pero recuerdo el cielo abierto y ese punto intermedio en el que confluían culturas y distintas historias, la suciedad que, paradójicamente, daba a todo un toque antiguo, elegante y especial. Las ventanas con enormes cuadros blancos y persianas desvencijadas y los músicos callejeros que tocaban bella ciao haciendo brotar un cierto espíritu revolucionario en los corazones que paseaban por aquella zona del corazón de Roma. 

No estoy, pero sin embargo, sigo escuchando de vez en cuando ese precioso acento italiano cuando escucho a la gente y me siento menos sola. Ese corazón que latía con las historias, hermosas y violentas, de los gladiadores y los emperadores romanos, los cuentos de Julio César y Cleopatra. Las columnas, las grapas, el mármol embellecido traído desde distintos puntos de Grecia y Carrara.

Esa ciudad, inmensa, infinita, hizo brotar en mi pecho un manantial de recuerdos y me hizo pensar que las maquinas del tiempo existen, aunque a veces se encuentren disimuladas en el interior de ciudades tan enormes que son imposibles de dibujar en los lindes de mi memoria. Andando por sus calles me imaginé a mamá, cubierta de palomas en Venecia en su viaje de fin de curso, de mamá joven, en el mundo sitio que yo. Sentí celos de que sus calles albergarán aún un poquito de ella


Es mucho decir pero a veces me siento como Roma. Vieja, antigua y tatuada de muchas historias, como el pecho de Maui. Por eso me llena ese recuerdo como lo mejor de un año que termina. Por eso, por la grandiosidad de todo en aquel lugar y lo pequeñita y en su sitio que me hizo sentir, amaré siempre Roma

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