¿Por qué?

 


Porque me miras, y tus ojos me dicen lo contrario que tus palabras, y porque me tocas y mi pecho se abre lleno de luz, como una luciérnaga. Y mira que hace tiempo solo escondía oscuridad.

Por como me tiemblan las piernas cuando pienso en tus labios, o bueno, por como me tiemblan las piernas en general cuando estás delante.

Por tus miedos, por tus enormes miedos que me hacen intentar convertirme en la persona que pueda calmarlos, aunque jamás podrá ser. 

Podría conformarme con tomar tu mano para que sepas que siempre estoy ahí aunque no me veas.

Por lo imposible e inalcanzable que eres, de cuerpo de espíritu, y lo cerca y lejos que estoy siempre, estés donde estés.

Porque sí. Porque negarlo no tiene sentido. Y porque quién lo hace solo termina haciéndose daño a sí mismo.

¿Sabes una cosa? Alguien me enseñó que no vale la pena esconder lo que tenemos dentro, porque en cualquier momento se desvanecerá, y nadie te avisa de ello.

¿Y si yo me desvanezco y todo este amor de mi pecho se evapora con mi piel? ¿Dónde se irá toda esta calma que siento?  ¿todos esos pensamientos que nadie más escuchará? ¿Quién sabrá todo lo que tengo guardado en ese compartimento escondido detrás del corazón?


Comentarios

Entradas populares