Imaginar no es suficiente

 Imagínate convertirte con el tiempo en algo tan hermoso como el olor a jabón de un mantel limpio, el aroma en la piel de las gotitas de mayfer.

El tiempo nos hace mejores. La ausencia nos convierte en todo lo bueno que fuimos, y que nuestra presencia hacia intolerable a ratos. Quizá lo complicado sea vivir tanto tiempo juntos con tantos rasgos compartidos, tantos defectos, quizá virtudes.

A veces me pregunto qué echo de menos. Si las cosas buenas que, efectivamente estaban ahí, o  las que he ido yo haciendo más grandes cuando tú ausencia se ha hecho demasiado patente. Si realmente somos tan egoístas como parecemos para atrevernos a echar de menos a alguien cuando ya no está. ¿Donde quedan las agallas para amar en vida?

Todavía no asimilo que no estés. Que no vaya a haber una frase cruel, sí, quizá no tanto, quizá sobredimensionada por mi ansiedad, pero con personalidad al fin y al cabo.Que no vaya a haber un gesto, una bronca, un atisbo de cariño.


Al final los recuerdos tienen tamaño. Se van haciendo más grandes con el tiempo, tan tan grandes como lo fue la persona en tu vida. Y cuanto mayor sea tu tamaño, mayor dolor causa conservarlos. Y tú, sin embargo, te conviertes en algo pequeñito. Algo intangible al final, hasta que desapareces y te haces uno con aquellos que fueron.


Hoy es uno de esos días en qué la ausencia pesa más que lo bonito. Uno de esos días en que soñar, imaginar, no hace que duela menos que no estés.


Comentarios

Entradas populares