Ya ardió

 

Lo he olvidado completamente. Y si, muy de vez en cuando, me invade algún recuerdo, es tan abrumador y desagradable que empiezo a descartarlo del todo. 

¿Por qué vivir la vida esclavizada por el pensamiento de algo que fue tan malo, tan falso y duró tan poco?

A veces,es cierto (porque es inevitable), siento flashes en la memoria, pero empiezo a pensar que, si son buenos, son inventados, y si son malos, ni siquiera me molesto en pensarlos. Los aparto, como los hilillos sueltos de un vestido y los lanzo al vertedero de la memoria donde pertenecen. Los lanzo tan lejos como las piedras que se arrojan al río, y reverberan del mismo modo, brevemente, luego se hunden.

Las personas somos diferentes, tan diferentes como otras personas decidan juzgarnos. Me quedo con las opiniones positivas, mayoritarias (aunque la mía no lo sea), con las sonrisas que logro arrancar a diario y con el trabajo bien hecho. Las opiniones válidas, las opiniones que no son vacías.

Pero es cierto que hoy me ha asaltado un pensamiento, y me ha abrumado. ¿Como pudo ser? ¿Como pude ser y dejar(lo) ser?

A veces siento que es un sueño terrible. Doy las gracias a un dios ficticio por haber despertado y sobre todo por la memoria. Recuerdo absolutamente todo y está es inquebrantable. Nadie me convencerá de lo contrario.

Suspiro brevemente y me sonrío con alivio. El verano es mi parte favorita del año. El pasado es, como decía mi amigo Juan, un bosque que ya ardió en alguna parte.