Un hielo

 Un hielo se desliza por mi cuerpo, mientras el calor asfixiante del sol y la angustia me queman por dentro. Doy una calada a un cigarro a medias, también me abrasa la garganta. 

Contrastes. Resulta que el hielo también quema.

El hielo se mueve de arriba abajo, pasando por mi brazo, mis piernas, la zona del pecho, el ombligo, deslizándose sin contemplaciones. Le observo derretirse y trazar un camino helado que deja un rastro a su paso. Le veo desaparecer instantánea y repentinamente como hacen todas las cosas, sin hacer ruido.

El hielo termina convirtiéndose en un pequeño reguero de agua. Esta se evapora muy rápido. Casi tanto como mi último pensamiento.

Sujeta de nuevo el hielo. Pero yo ya no siento nada.

Comentarios

Entradas populares