Un trago antes de cantar nuestra última canción

 Te recuerdo a todas horas y me aferro a lo que has sido los últimos seis meses. Toda mi vida buscando un cariño que no llegaba porque...no sé, los seres humanos estamos llenos de matices muy complejos de entender. Pero...habías empezado a ser lo que yo quería, la persona que buscaba desde que era chiquitina; buena, dulce, con los ojos llenos de la bondad que te regaló la inconsciente inocencia.

Recordaré siempre tus últimos suspiros de respiración calmada porque me fui con ellos. Me acordaré siempre del calor, la explosión en el alma y...la paz profunda que se asentó después en mi pecho, para dar paso a la peor de las tormentas.

 En aquella habitación se abrió una puerta a un abismo imaginario y me caí dentro, pero allí no había nada. Jolín...Que hayas sido tú precisamente la que me hayas dado alas para ser más valiente me llena de pena. Pero no te voy a olvidar jamás. Todas las lecciones son valiosas, aunque lleguen tarde.

 Ahora sube arriba, que no tardo. 

Sube con las estrellas.

Hago colección de perlas en el cielo. Ojalá recogerlas pronto.